Diseña tu propio camino
Diseñar tu propio camino es difícil. Todos hemos crecido con la idea de lo que es “ correcto”. Tenemos que ir a la escuela, ir a la universidad, si tenemos suerte, encontramos un buen trabajo de 09:00 am a 06:00 pm, para ahorrar e irnos al extranjero a cursar una maestría. “Esa es la fórmula para alcanzar el éxito” — nos dijeron al menos una vez durante nuestra adolescencia. Pero qué pasa cuando ese no es nuestro camino, cuando sentimos que no encajamos y que por más que lo intentemos simplemente no logramos estar 100% contentos.
Alguien una vez dijo, “ni modo, tienes que definir prioridades y muchas veces seguir tu pasión pasa a segundo plano”. Aunque entiendo que no todos tienen la fortuna de poder dejar todo atrás y perseguir un sueño por años, estoy convencida de que puedes trabajar de 09:00 a 18:00 y sacrificar tus fines de semana para cumplir tu sueño.
Pero más allá de iniciar un debate sobre cómo manejar dos trabajos, quiero compartir historias que empoderan e inspiran. Quiero compartir la historia de dos personas que me dieron esa dosis de motivación cuando más lo necesitaba. Dos personas que empezaron en “el camino correcto” y, que terminaron por hacer algo totalmente distinto.
CARRERAS QUE NO CREÍAS QUE EXISTÍAN
NATALIA: A Natalia la conocí en Fontainebleau. Nos tomamos un té para conocernos y platicar sobre nuestra vida y lo que nos orillo a terminar en Fontainebleau. Recuerdo que me dijo que había pasado unos meses en Bali y, después de estar un año en Francia, su idea era irse a vivir a Australia con su pareja. Por supuesto, no pude evitar preguntarle cómo lo hacía, ¿qué trabajo tenía que le permitía cambiar de país sin realmente pensarlo tanto?
Resulta que Natalia tenía un negocio de libros infantiles en Rusia (de donde es originaria), sin embargo tuvo que cerrarlo. Sin saber muy bien qué hacer, decidió irse a Estados Unidos a un retiro de meditación. Nunca había meditado anteriormente, pero al estar tan confundida, lo vio como una oportunidad para calmar su mente. Quedó maravillada con los resultados y, al regresar, quiso compartirlo con sus amigas y familia. Así que armo un pequeño curso en línea para ellos. ¡Los resultados fueron increíbles! Y aunque sólo cinco personas participaron en el primer curso, esas cinco personas estaban más que contentas. Natalia vio ahí una oportunidad. Trabajó día y noche y tomó varios cursos nuevos para perfeccionar el suyo. Hoy, se dedica a dar cursos de mindfulness en línea (puedes leer de que se trata aquí) y comparte con personas de todo el mundo una de sus pasiones.
MATTHEW: Lo conocí en un café del aeropuerto de Siem Reap, en Cambodia. Matthew es originario de Estados Unidos pero desde hace algunos años vive en Tai Pei. Los últimos años en Estados Unidos, trabajo con diversas marcas de lujo, pero decepcionado con la situación política del país, decidió mudarse al continente que más le llamaba la atención.
Ahí fundó una agencia de viajes enfocada a artistas de todo el mundo. La idea es simple: conectar artistas estadounidenses con artistas asiáticos, para platicar sobre una problemática actual en el mundo, ya sea cultural, política o económica. Claro, la idea suena algo descabellada y difícil de imaginar, pero Matthew cree en ella y cada vez mete nuevos temas y destinos. ¿Lo divertido (o raro)? Parte de su trabajo consiste en viajar por todo Asia en busca de artistas interesados en sumarse al proyecto. Aunque su experiencia previa le permitió encontrar ese nicho de mercado, ahora se enfoca en desarrollas otras habilidades para poder sacar adelante su negocio.
YO: Describirme y tratar de darle forma a mi propia historia es un poco más complicado de lo que imaginé. Resulta que estudié Marketing, trabajé en diferentes startups y ONGs. Una vez que empecé a entrar en el círculo, diversas personas me empezaron a pedir proyectos y poco a poco me armé de una pequeña cartera de clientes. Abrí un blog de viajes y ese mismo blog me sirvió como portafolio y siguieron llegando los proyectos. El año pasado me fui a vivir a Francia, mientras trabajaba a distancia para clientes en México.
Durante dos o tres meses, no tuve ningún proyecto, así que en lugar de estresarme o deprimirme, decidí tomar una certificación en Design Thinking. Dicha certificación me permitió fortalecer ideas y conocimientos. Mi servicio es integral para un nicho de mercado más específico. Por el momento sólo tengo clientes en México, pero estoy en pláticas para empezar a trabajar con clientes en otras partes del mundo.
Por supuesto, en cuanto le traté de explicar a mi papá casi le da un infarto. Pensó que mi año por Francia era pura diversión y que después de ello regresaría a buscar un trabajo “normal”. ¡Vaya sorpresa que se llevó! Pero nada que una larga plática y una mirada de “confía en mí”, no pudiera solucionar, por lo menos por unos meses.
Todo suena muy sencillo. Pero la verdad es que cada una de las personas citadas aquí, incluyéndome, han sacrificado muchas cosas para poder estar en donde están. Y aunque suene raro y no siempre sea sencillo de explicar, si confías en tu idea, lucha por ella.
¿Y AHORA QUÉ SIGUE?
¿Te has cruzado con personas cuyo trabajo admiras?
- Escríbeles y vayan a tomar un café. Date el tiempo para conocer a la persona, conocer sus aspiraciones, su historia y todo lo que ha tenido que pasar para llegar en donde está.
- Busca libros que hablen sobre el tema o sobre personas que admiras. Esa dosis de inspiración te ayudará a dar ese primer salto.
- Una vez que sepas lo que te gustaría hacer, investiga qué cursos te pueden ayudar. No tiene que ser una maestría, muchas veces, un curso corto o certificación te permite adquirir las habilidades que necesitas. Además, podrás empezar a conectar con personas en el mismo canal que tú.
¡Gracias por leerme! Si tu también estás listo para dar los primeros pasos y trazar tu propio camino, da click en 👏 y empecemos a crear una comunidad.
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